lunes, 3 de enero de 2011

DYMAXION


En 1933, el proyecto Dimaxion, aspiró a revolucionar su tiempo, creando artefactos que mejorasen las condiciones de vida humana.

El arquitecto estadounidense Richard Buckminster Fuller, al frente de este singular proyecto, puso todo su empeño en conseguirlo. Pasaba un lustro desde el gran descalabro de la bolsa de 1929...
 
El coche Dymaxion supuso un giro radical en el diseño automovilístico. Su forma de gota optimizaba las condiciones aerodinámicas y sus tres ruedas lo hacían un vehículo ágil y manejable.


El automóvil tenía una eficiencia de combustible de 7.8 L/100km,algo sorprendente en aquella época. Además, teniendo en cuenta que podía transportar hasta 11 pasajeros a velocidades de 193 km/h.
Con sus 6 metros de longitud era dos veces más largo que un automóvil convencional. La potencia la obtenía de un motor Ford V8 montado en la parte trasera que aportaba 63 kW (85 CV) a las ruedas delanteras. El eje frontal y el eje de la parte trasera eran también de Ford.


 
La rueda trasera era la que dirigía el coche, lo que le confería una extraordinaria maniobrabilidad: podía girar 180 grados sobre sí mismo. Sin embargo, su manejo era menos intuitivo al ser inverso al de los vehículos convencionales.

Buckminster con el prototipo de Dymaxion

Este particular vehículo, además de ser un "tres ruedas" con forma de gota, y por tanto muy aerodinámico, incorporaba un concepto radical. Al llegar alrededor de los 80 km/h, la zaga se elevaba y por tanto la rueda trasera también, gracias al diseño de "V invertida" de su fondo.

La tracción, como estaba en las ruedas delanteras no se perdía, pero qué pasaba con la dirección al perder contacto con el suelo la rueda trasera...? 

Al estilo de los alerones retráctiles que muestran coches de alta gama de hoy en día como Porsche, en este caso para dar estabilidad al coche a altas velocidades, el Dymaxion desplegaba una "aleta caudal" capaz de ser dirigida transversalmente. De esta manera, la dirección a partir de 80 km/h era controlada sólo por un alerón vertical.
A bajas velocidades la rueda trasera controla la dirección.
A velocidades altas, el vehículo es sólo dirigido por la “aleta caudal”
 
Es curioso el concepto ya que a cierta velocidad, prescinde de una rueda y por tanto del rozamiento que esta genera contra el suelo, reduciendo a su vez los índices de consumo.

Aún con lo radical e innovador de la idea, la estabilidad puede verse comprometida en momentos de vientos cruzados o rachas fuertes. 

Tres ruedas ya está bien... Quererlo llevar más allí, con respeto, creo que sí fue ir un poco demasiado lejos... La imaginación al poder otra vez, pero perdiendo el EQUILIBRIO?




En el año 1933, durante la Feria Mundial de Chicago, un accidente determinó el futuro del Dymaxion. El choque dañó seriamente el primer prototipo, falleció el conductor y los dos pasajeros resultaron heridos.

La opinión pública pasó de la fascinación a la desconfianza y, aunque una investigación demostró que la causa de accidente no había sido el vehículo, su producción en serie fue suspendida
 
Se le acusó de ser un coche frágil, de no proteger a sus ocupantes. 
 
La empresa que había producido los únicos tres prototipos del Dymaxion, la 4D Company de Bridgeport, Connecticut,  quebró en el año 1934. Fuller renunció a los vehículos, cediéndoselos a sus empleados como forma de pago. 

De los dos prototipos restantes tras el accidente de la Feria Mundial, uno desapareció en los años cincuenta y se cree que fue vendido como chatarra durante la Guerra de Korea. El otro fue encontrado "abandonado" en California en los años sesenta, siendo utilizado como gallinero. El Museo Nacional del Automóvil decidió adquirir el vehículo para su exposición. Aunque fue parcialmente restaurado, la falta de información ha hecho difícil reconstruir su interior de acuerdo con el diseño original. 

El invento de Buckminster Fuller no llegó a ser producido a gran escala. La pérdida de interés por parte de la industria del automóvil fue definitiva. Se culpó al incidente de 1933… 

Ya se sabe que perder la confianza cuesta un SEGUNDO y ganarla, bastante más...
 
Art Kleiner, en su libro “The Age of Heretics”, defiende una nueva teoría: el Dymaxion nunca fue producido en serie por el temor de los grandes inversores a una competencia desigual, que frenaría las ventas de otros vehículos en producción...
 



Un proyecto y un diseño revolucionario, innovador, pensado, aunque quizás en demasía. Un hito de la automoción del siglo XX, aunque apenas sea conocido...
1933
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario